En tierra hostil (2009) 31/03/2010

Año: 2009   Guión: Mark Boal   Música: Marco Beltrami   Fotografía: Barry Ackroyd   Título original: The Hurt Locker
Intérpretes:


Cada día soporto peor la violencia y el cine bélico, con excepciones, no es el que prefiera, ¿por qué entonces me dejé convencer para ir a ver esta película? Había una razón soterrada quizás que era la de observar qué punto de vista adoptaba una mujer ante el fenómeno de la guerra y otra secundaria que era el hecho de que por primera vez en la historia de los Oscars se le daba el premio a la mejor dirección (hay tan poquitas directoras) a una mujer.



Pues bien, salí del cine con tan mal cuerpo que creo que aún no me he recuperado. Hubiera preferido no verla, la verdad. Se habla de las guerras como agentes de modernización de las sociedades y de los estados desde el descubrimiento de la espuela en la Edad Media a la terrorífica bomba atómica del pasado siglo, pero, señores a qué precio. Ante este fenómeno el ser humano ha reaccionado siempre de forma contradictoria, por un lado con fascinación, por el otro con horror. Ejemplo de lo primero sería el "ardor guerrero" universal que pudimos ver en las televisiones mundiales en las horas previas al ataque de Irak y de lo segundo el que millones de personas en muchas partes del mundo saliéramos a las calles para que ese ataque no se produjera.

Si bien es verdad que ese gesto masivo no sirvió de nada marcó un hito por lo inédito ya que por primera vez se puso en evidencia que el pueblo puede decir NO aunque no se le escuche !ya se le escuchará! (Lo de Vietnam fue diferente). Este horror que genera la guerra no ha conseguido sin embargo que se la condene de manera inapelable aunque se trate de regularizarla. Lo curioso de las guerras de ahora es que mueren más civiles (niños, ancianos, mujeres) que soldados ¿por qué? se pregunta mucha gente. La controversia que ha originado esta película es también curiosa. Bigelow tiene muchos "fans" a los que ha entusiasmado su película por su realismo, estilo documental, tensión permanente, realización hipnótica, etc, etc.

Por otro lado expertos militares norteamericanos afirman que está llena de errores básicos en su desarrollo así como en las acciones de los personajes: no les ha gustado nada. Luego están los que piensan que es pura propaganda de ahí la concesión de tantos oscares y los que piensan que la película es antibelicista cosa que dudo mucho dado que esta señora obvia cualquier disquisición moral o política, no denuncia nada ni explicita ni implicitamente: asepsia total, y las dedicatorias que hizo al recibir las estatuillas fueron elocuentes: "a todos los hombres y mujeres que visten uniforme etc...". Asepsia, neutralidad. Pero quizás esa frialdad con la que expone la violencia más atávica, pura y dura, vacía de cualquier creencia o valor y si me apuráis absolutamente superficial y gratuita es, la que al menos a mí, me pone los pelos de punta y muy mal cuerpo, la verdad.

Supongo que todos sabéis de sobra de qué va el tema: un reducido grupo de artificieros de élite desactivan bombas de la insurgencia en Bagdad. Nada de guerra, Bigelow focaliza todo su interés en el conflicto del sargento protagonista, en su adicción a jugarse la vida porque sí, sin ningún tipo de motivación, por puro placer adrenalínico, como una droga. Los que conocen el cine de esta directora afirman que "ese" es su tema: "la adicción" del tipo que sea (guerra, deporte de riesgo, etc) y así es en esta oscarizada cinta incluido el oscar al mejor guión. ¡Ah!, pero entonces ¿hay un guión? Yo es que entre tanto disparos, detonaciones, música a todo volúmen, vaivén histérico de imágenes, ruidos, oía solo frases dispersas, palabras clichés sin excesivo calado, no sé, pero sí, claro, eso sería en opinión de muchísimos el fantástico guión. !Qué fuerte, tú!.

Cada uno de los episodios desactivadores al parecer están muy bien rodados (los marines no lo creen así), crean muchísima tensión, te hipnotizan, eso dicen, pero faltan los nexos, o eso me pareció a mí, no sé, pero a lo mejor es que yo estaba deseando que acabase todo aquello o que me contaran de una vez algo con más sustancia pero no, la sustancia era eso, la mera "adicción" de un loco encantador (?) y completamente equivocado en sus apreciaciones como se ve en la errónea interpretación que hace del tema del "niño-bomba" y la que le monta al pobre hombre del puesto de DVDs que en su desesperación y terror por no entender qué quiere le lleva a casa del profesor que habla varios idiomas y podrá ayudarle pero él la lía, claro.

Lo mejor a mi corto entender la reacción de la mujer del "profe" y el coscorrón que le propina con la bandeja del té por necio, único detalle femenino desde mi punto de vista que se permite la directora dispuesta a que no se vea por ningún resquicio que la "peli" está dirigida por una fémina. Señores, esto sí que es "paridad", "igualdad de género" en estado puro. Yo que iba por si pillaba algo diferente, algún matiz nuevo respecto a la guerra y la violencia, menudo chasco, menuda ingenuidad... Nikolái Lilin, un joven dibujante y escritor checheno perteneciente a una étnia siberiana, los urcas, que fue trasplantada y depurada por Stalin, delincuente juvenil, soldado en Chechenia, refugiado en el Norte de Italia, lector de Dante y de poetas españoles como Lorca o Miguel Hernández, educado en la violencia más radical desde niño decía hace poco en una entrevista refiriéndose a las guerras vividas por él que eran muy difíciles de entender por ser guerras religiosas o raciales, y que para él era evidente que se estaba yendo para atrás, que se está volviendo a las Cruzadas.

Nuestro profesor de Ciencias Naturales en el Bachillerato, Don Abilio Rodríguez Rosillo siempre nos decía que el Progreso eran dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, sí, pues va a ser eso que los humanos evolucionamos despacito, despacito pero bueno, en cualquier caso no hay que dejase achantar y poco a poco se van consiguiendo cosas ¿a qué sí?. ¿La película?,ya, pues no sé, a mucha gente le gustará pero yo sinceramente preferiría no haberla visto; no saqué nada en limpio que ya no supiera o hubiera visto y me dejó tan mal cuerpo...

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